viernes, 17 de noviembre de 2017

"Quiero estar viva cuando me muera".

Tomando un café hace poco con la escritora canaria Isabel Medina.
Hace algo más de un año presenté en la "Casa del Lector" del centro cultural del Matadero de Madrid su "Olympe de Gouges", una novela excelentemente escrita, que cuenta la vida de Marie Gouze, una escritora y filósofa francesa, autora de la "Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana" (1791), que murió en la guillotina.

Esta vez Isabel y yo intercambiamos libros. Yo le regalé mis cuentos y ella el último libro de poesía que ha publicado, "Los ojos de la lluvia" (Ediciones La Palma, 2016), en una colección muy bella.

La frase del principio es de Isabel y hace refencia a sus ganas de vivir, de escribir, de seguir siendo feliz, a pesar de sus problemas físicos, sobre todo con la vista. Hablamos de lo difícil que es escribir bien o, dicho de otra forma, de lo complicado que es ser "escritor" de verdad, con ese misterio inefable que te acompaña a todas partes, incluso en lo más cotidiano de la vida. En su opinión la literatura no tiene que basarse en la "catarsis" personal del que escribe, sino nacer del conocimiento y la objetividad, y a ser posible de la felicidad. Esa es la mejor manera de acercarse a la belleza y a la idea de lo universal. Vivimos tiempos excesivamente relativistas, asegura, que pronto pasarán de moda. Y solo quedarán las obras intemporales y técnicamente buenas.

De vez en cuando me gusta tomarme un café con escritores de verdad.



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