sábado, 28 de octubre de 2017

Un día Huxley y Beethoven se unieron en mi mente para siempre.

"Contrapunto" (1928) del escritor inglés Aldous Huxley es una de las novelas de mi vida, más que su famoso "Un mundo feliz" (1932). Se abre con una obra de Bach y se cierra con "Las variaciones Diabelli" (1823) de Beethoven. Técnicamente, son obras similares. Huxley siguió en parte las ideas de "Los monederos falsos" (1825), de André Gide -otra novela absolutamente genial que me dejó sentado en la silla durante varias semanas-, sobre el uso del multiperspectivismo y el contrapunto musical, con la alternancia de acciones que avanzan en paralelo. Beethoven escribió sus 33 variaciones en Do mayor a partir de un vals de Diabelli, pero pronto la obra se convirtió en otra cosa, de gran complejidad.

Huxley es el "novelista pensador" que observa la separación paulatina entre la razón y la irracionalidad, la sensualidad y el espíritu. La trama no es fácil de resumir debido a la enorme cantidad de personajes y situaciones. Todo sucede en una velada entre artistas, intelectuales y burgueses ingleses, con historias, tiempos y espacios que se cruzan como en una fuga. Es esencial el hecho de que los personajes se caractericen por las palabras que dicen sobre sí mismos o los demás. 

Nietzsche se refirió en su momento a “los contornos erosionados” como derivación de las novelas y libros de poemas del siglo XIX. La literatura hasta Joyce se situaba en contornos cerrados de la realidad y la verdad, con unas coordenadas del espacio y el tiempo tradicionales (a la poesía le ocurría algo similar, sobre todo porque siempre ha sido mucho más conservadora). Ahora los contornos empiezan a erosionarse a causa del caos de la vida, donde no pueden obviarse los descubrimientos científicos del momento. Esto sucederá también con todos los grandes escritores de la época, Gide, Dos Passos, Eliot, Woolf, Pound y Faulkner, por ejemplo.

Huxley también aplicó en "Contrapunto" esa idea de erosión, de estructura abierta, de fuga, como en las variaciones que he mencionado, la última obra maestra de Beethoven para el piano, una de las obras que más me habrá acompañado de joven cuando empezaba a estudiar, junto a las "Variaciones Golberg" (1741) de Bach.

Esta versión es francamente hermosa:

https://www.youtube.com/watch?v=pAI4-9yc6kA



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