lunes, 10 de julio de 2017

Reseña sobre mis "Cuentos de los otros".

Hoy iba a escribir sobre la idea de la inspiración en el arte y la literatura, pero al abrir Facebook esta mañana he encontrado esta reseña de Richard Garcia Ortiz sobre mis "Cuentos de los otros".

A Richard lo conocí, personalmente, en la última Feria del Libro del Retiro. Se acercó a mí lenta y tímidamente. Hablamos un poco y, en cierto momento, le pedí que nos hiciera esta foto a mis alumnos y a mí, aunque él quizá no lo recuerde.

Reconozco que me gusta ser escritor.

"Justo Sotelo se presenta en Facebook como escritor y profesor. Es así, aunque en su vida yo sé que es más realmente. Le he conocido no hace mucho y acabo de terminar de leer uno de sus libros, “Cuentos de los otros”, publicado en Narrativa Bartleby. Este libro, como todos los suyos, cuenta con una estupenda crítica literaria. El libro se compone de 90 cuentos o relatos cortos de la vida contemporánea en donde construye su yo a través del amor, el arte, el cine y la literatura.. Con este planteamiento el libro roza o alcanza por lo general lo bello, bueno y verdadero, unas máximas muy alejadas de la intención cotidiana de nuestra santa vida.

Por supuesto la portada está diseñada utilizando el gusto natural que la pintora Johana Roldán mantiene en sus pinturas.

A mí me han impresionado varios de estos relatos pero al titulado, "Ofelia", le he puesto laureles y es porque en poquísimo más de una página se desarrolla una doble y profunda historia de amor, en la relatividad del tiempo que bien podría ser base de un guion cinematográfico, y si no mirad:

Él viaja pensando en la conferencia que ha de ofrecer en el museo acerca de un cuadro que le obsesiona desde sus estudios en la Universidad, titulado “Ofelia” pintado por Millais. Ofelia es un personaje de Shakespeare, una fuente inagotable de inspiración artística, literaria y filosófica, que sedujo a Millais y que en el cuadro representa el tránsito entre la vida y la muerte.

Claro la infeliz muere ahogada, cuando cae al rñio mientras recoge flores, pero queda registrada su mirada hermosa que se perdía entre las flores y el agua. El sauce y las ortigas que hablan de dolor mientras las margaritas lo hacen de la inocencia y la fidelidad, y el lirio de la virginidad como la sexualidad de las orquídeas. ¡Maravillosa y sobrecogedora escena!


El tema central del cuento para mí es el escenario frondoso y de brillante colorido que llegas a imaginar de la admirable obra del mito ofeliano, que no resulta opresivo a pesar de ser testigo de la tragedia natural. Todo el cuento queda capturado de manera inequívoca en un vagón de metro en donde entrelaza miradas e incluso cruza unas palabras con una mujer, la cual se baja del vagón sin llegar a resolverse la duda de quién es.

Cuando en el museo se proyecta en la pantalla la figura de Ofelia él recuerda que la mujer del metro se llamaba Sonia, que fue la primera chica que besó en su vida y que ella tenía 13 años y él 15".

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