domingo, 14 de mayo de 2017

Por las playas del norte de Inglaterra.

Siempre me ha gustado pasear por las playas del norte de Inglaterra, frías, desiertas, grises, "uninhabited", donde nació el Romanticismo inglés y su "esplendor en la hierba".

“Aunque el resplandor que
en otro tiempo fue tan brillante
hoy esté por siempre oculto a mis miradas.

Aunque mis ojos ya no
puedan ver ese puro destello
que en mi juventud me deslumbraba.


Aunque nada pueda hacer
volver la hora del esplendor en la hierba,
de la gloria en las flores,
no debemos afligirnos
porque la belleza subsiste siempre en el recuerdo.


En aquella primera
simpatía que habiendo
sido una vez,
habrá de ser por siempre
en los consoladores pensamientos
que brotaron del humano sufrimiento,
y en la fe que mira a través de la
muerte.


Gracias al corazón humano,
por el cual vivimos,
gracias a sus ternuras, a sus
alegrías y a sus temores, la flor más humilde al florecer,
puede inspirarme ideas que, a menudo,
se muestran demasiado profundas
para las lágrimas".


(William Wordsworth, 1770-1850. "Oda a la inmortalidad", versos que dieron lugar a una escena mítica de una película maravillosa).

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