lunes, 17 de octubre de 2016

¿Por qué repito siempre que ser escritor es maravilloso?

Esta es otra crítica de mi novela "Las mentiras inexactas", por parte de la nueva tertuliana Ana Bustamante (la última "chica Sotelo", como se autodenominó graciosamente ella misma, por comparación con las chicas Almodóvar y Amenábar), con la música del disco "Thick as a brick", de Jethro Tull, que es la banda sonora de la novela.


"Reseña.
Justo Sotelo: Las mentiras inexactas (Izana editores , 2012)
Por Ana Bustamante, octubre 2016.

Poco puedo aportar que no hayan dicho ya con críticas y comentarios mucho más profundos e inteligentes. Pero bueno, lo prometido es deuda y como "chica Sotelo" no me queda otra.

Mi reseña (más bien opinión), obviamente, es desde el punto de vista de una humilde lectora. Le pido al autor que no me analice demasiado y sea Justo conmigo.

Si empiezo diciendo que me ha gustado mucho sería una mentira inexacta; no me ha gustado, la verdad que no, a mí me ha encantado, qué susto eh?

Como es la primera vez que hago esto, me permito la licencia de comenzar por el final. Cuando terminas de leer la novela, la sensación que deja es de necesidad. Necesidad de seguir leyendo, necesidad de seguir aprendiendo, necesidad de una segunda parte y necesidad de que la literatura no muera.

"Las mentiras inexactas" cuenta una historia de amor, pero no sólo del amor entre dos personas, Nora y Sergio, también se describe y se percibe el amor de múltiples formas, amor por la música, la poesía, la pintura, el cine, por el arte en general, amor por la historia y por algo tan maravilloso como la amistad. Habla sobre muchos valores y muchas miserias, casi todas las que componen la vida. Y la cuestión principal, ¿cuál es el futuro de la novela? Una pregunta que flota en el aire de principio a fin y que hace que el lector se involucre y piense sobre ello.

La trama se desarrolla en una librería muy antigua de Madrid, en una plaza que lleva mi nombre. Es el punto de encuentro, un lugar lleno de encanto, por donde han pasado personajes célebres de la historia y con libros y recuerdos cargados de luz.

Mientras leía yo estaba allí sentada, oliendo todos esos libros, fumando todos los cigarros que estaban a mi alcance y disfrutando de la vida de cada uno de los protagonistas. Personajes que aparecen y desaparecen, y a los que el autor describe de manera genial. Personas muy diferentes, con vidas distintas, pero unidas por la misma pasión y admiración hacia el arte y hacia Daniel y Sergio, padre e hijo, dueños de la librería. Creo que ambos representan el pasado, presente y futuro de todo... de la vida, de la literatura y de la historia. Por eso cada personaje tiene su propia visión de ellos, convirtiéndolos en parte esencial de sus propias existencias.

Personalmente, durante toda la lectura, esperaba y deseaba que Daniel apareciera en cualquier momento, me gustan los finales felices, aunque la vida a veces sea un drama.
El autor también nos pasea por las calles de mi amada ciudad, lugares y rincones de Madrid perfectamente descritos, donde se recrean los sentimientos. Porque en la vida en general, y en esta novela en particular, no basta con ver, hay que saber mirar, y Justo nos invita a hacerlo.

Soy una romántica empedernida por lo que he sido Nora durante toda la historia, no podía ser de otra manera, estaba destinada a enamorarme de Sergio y deseaba que me besara desde el minuto uno. Y he sido Nora no por su inteligencia, ni porque yo sea profesora de la Universidad, he sido ella porque me he sentido identificada en muchos aspectos y porque cuando leo no tengo esa capacidad intelectual para diferenciar y analizar si es o no una obra posmoderna. Yo soy piel y sentimientos y necesito formar parte de eso que leo, me acomodo siempre donde quiero, para eso sirve también la literatura no?, para vivirla desde dentro o desde fuera. Las "Mentiras inexactas" te permiten ser lo que quieras, porque esta novela abre la mente y despierta la imaginación.

A través de sus protagonistas, Justo nos habla de los mundos paralelos, esos mundos que nos rodean y que en las "Mentiras" rozas con los dedos. Ficción y realidad. ¿Hay algo más hermoso?

¿El futuro de la novela? ¿Quién tiene la respuesta? Supongo que dependerá de las ganas que tengamos de vivir sin que nos quiten la oportunidad de soñar.

Si todavía alguno no ha leído "Las mentiras inexactas" os invito a que no tardéis demasiado, lo vais a disfrutar. Dejo algunas frases para que no lo penséis más y salgáis a comprarla:
"Lo imprescindible para ser feliz no es el lugar donde se vive sino las personas que nos rodean" (pag 40).
"Los sitios están donde tu estás" (pag 67).
"Cada cual lleva una novela escrita en la frente; lo que diferencia unas de otras es la forma de narrarlas" (pág 138).
"Nunca deberíamos ser sólo los límites de nuestro lenguaje" (pág 231)".

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