miércoles, 10 de febrero de 2016

Leer a Nietzsche.

Y pensar que te hubiera gustado ser su discípulo para escucharle hablar de los filósofos presocráticos.

Incluso cuando te sumerges en la naturaleza y sabes que el mundo es bello porque tú existes y estás incluso en lo que aún no ha sucedido.