lunes, 11 de enero de 2016

Los libros son gente.

Me encanta sentarme en una terraza a leer y que haya gente leyendo alrededor.

La expresión de "gente" es del cazador "Dersu Uzala", de mi adorado Kurosawa, una de las películas que marcaron mi adolescencia y que volví a ver el otro día en video. Y si además esa "gente" lee una novela de Morrison, una de mis escritoras esenciales, entonces soy capaz de trasladarme a la taiga y entender el espíritu animado de las cosas.

En realidad me encanta la gente en el sentido del cazador animista de la película, las personas, las montañas, el mar, las piedras, los coches, la luna, la ropa, la risa, la música, los niños, el diálogo, el amor, la comida...