jueves, 10 de diciembre de 2015

Por una economía para un mundo mejor.

Ayer cambié las tesis de literatura por las de economía, y formé parte de un tribunal que analizaba una tesis sobre medio ambiente.

La Ciencia económica que me interesa es la que se interrelaciona con la Física, la Biología, la Matemática, la Historia...

Estudié economía para entender mejor a los seres humanos, como diría Marshall (el maestro de mi admirado Keynes), una economía que no es la del capitalismo salvaje, sino la que busca la igualdad, la justicia y la redistribución de la renta. Y la que no daña el medio ambiente, como se dijo ayer en la tesis y también se argumenta en un libro que publiqué el año 2000 junto a otros profesores, editado por Mundi Prensa (cuya portada recojo en la foto).

"Al desequilibrio planetario de tipo termodinámico que ocasiona el exceso de las emisiones de gases de invernadero a partir de la quema de combustibles fósiles, y a la invasión desde el espacio exterior de radiación ultravioleta por los agujeros de ozono, que se traduce en un impacto de tipo electromagnético de origen externo, hay que añadir las perturbaciones esperables en el equilibrio electromagnético de nuestro propio planeta... Pasaríamos así de una preocupación termodinámica, de carácter solar, a otra electromagnética por los avances de las nuevas tecnologías" (p. 74).