lunes, 9 de marzo de 2015

"Rechazo la simpatía de otros muslos"

No soy poeta, como siempre digo, pero el viernes pasado estuve rodeado de poetas que se movían más por el impulso de sus corazones que por otra cosa, y estuve tan a gusto. (Y terminé tomándome con mi amigo José Zurriaga​ unas bravas y unos ajetes con jamón en un bar de Legazpi, como dios manda).

Fue en la presentación de la revista "Álora", que dirige en Madrid Isabel Miguel​, y donde publiqué un poema (como intruso, claro), hablando de amor y sexo a través del espejo.

"Ya no existen horas, sólo saben jugar en los parques vacíos.
Todo es soledad cuando colocas la imagen entre el espejo y tu desnudo.
Sólo se asfixia la conciencia y nos mira sonriendo como una esperanza que renace.
La palabra plagia mis sentidos entre las cursis cascadas de tu piel.
Como eres aquí dentro quiero vivir la duda diaria,
aunque nadie se acurruque junto a mí y todos aborrezcan mi aliento.                   
No me importará que mis labios copien las sábanas de otras mujeres,                   
ni que titubeen mis sienes.                                                                                      
Oh, dios, permíteme que escuche toda la calma que él oculta en su rechazo".