viernes, 13 de abril de 2012

Economía y Literatura (I)

Suele decirse que para conocer bien ciertas épocas del pasado, lo mejor es acudir a las buenas novelas que se escribieron entonces. Las hermanas Bronte y Jane Austen, Dickens y Balzac, Galdós y Zola…, y, ya en el XX, Dos Passos, Hemingway, Joyce, Woolf, Cortázar, García Márquez, Delibes, Pynchon, Delillo…

En mi mente, el siglo XIX español está escrito por Galdós, comenzando con las dos primeras series de los “Episodios Nacionales” y terminando en esas novelas sobre el realismo (o naturalismo) espiritual como “Nazarín” y “Misericordia”. Si en algún momento bajara un extraterrestre a la tierra y quisiera conocer qué es lo que había ocurrido en España en ese siglo (y de alguna forma lo que se avecinaba en el XX), le recomendaría que leyera al escritor canario.

Un aspecto esencial en su obra es la importancia que concede al dinero. Como es lógico el dinero era un elemento fundamental en la sociedad de su época, y Galdós no podía dejarlo de lado a la hora de describir las miserias y grandezas de sus personajes. Esto ocurre en su primera gran novela, “La desheredada”, y continúa, por ejemplo, con “La de Bringas”, “Lo prohibido”, “Fortunata y Jacinta” y la serie de novelas sobre el extraordinario Torquemada.

Las descripciones sobre el comportamiento humano de sus protagonistas, así como de ese mundo maravilloso que aparece en sus obras con forma de personajes secundarios, no tienen nada que envidiar a las teorías de los grandes libros de economía de Smith, Malthus, Ricardo, Marx y Mill. Algunas páginas de las “novelas contemporáneas” de Galdós son, en España, la parte aplicada de los tratados de Economía Política, que desde la década de los ochenta del siglo XIX se conocerá como “Economics”, en su aspiración por imitar a la “Fisics”.

Los próximos artículos que se publicarán en este periódico analizarán, con detalle, ciertos elementos económico-literarios que impulsan a los personajes de Galdós a comportarse como lo hacen. Hace poco escribía un importante director de teatro que en España se necesita un nuevo Valle-Inclán que hable sobre la degradación moral que nos ha conducido a esta crisis económica y de valores en que vivimos. Yo añadiría desde esta páginas que también necesitamos a un Galdós que hago lo mismo desde el terreno de la novela. Como señala al final del segundo capítulo de la segunda parte de “Lo prohibido”: “La antigua literatura novelesca y, sobre todo, la literatura dramática, han dado vida a un tipo especial de hombres y mujeres, los llamados “héroes” y las llamadas “heroínas”, que justifican su gallarda existencia realizando actos morales de grandísimo poder y eficacia, inspirados en una lógica de encargo, la lógica del mecanismo teatral de la Comedia, la lógica del mecanismo narrativo de la Novela”.

Galdós creó algunas de las mejores novelas de la historia de la literatura española, y eso que nunca recibió el premio Nobel, y desde estas páginas queremos agradecérselo uniendo dos mundos aparentemente tan dispares, como son los de la literatura y la economía.

(Publicado en el Diario Progresista el 6 de Abril de 2012)

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