martes, 23 de abril de 2024

"Nuestra tertulia en el Día del Libro".

Hace unos días Miguel Veyrat, uno de los grandes poetas vivos que tenemos en España (para el que escribí un ensayo), dijo de nuestra tertulia: "Gracias, Justo Sotelo, la tertulia que has construido suela a suela y lengua a lengua es una de las maravillas de esas que no suelen durar en nuestro país, pero a pesar de ser ya bien conocidos tus tertulianos voy a dejar que los lectores los descubran. Así, de variadas procedencias y conocimientos y temperamentos, citarlos a todos sería imposible. Muy pronto estaremos juntos de nuevo en torno al acantilado de mi "Vértigo" (Bartleby Editores, 2024), libro indispensable en toda mi obra. Un aplauso atronador para todos vosotros".
 
Las fotografías son de su última visita en el salón de Casa Manolo, hace justo un año. Miguel volverá el 7 del mes que viene, y ya lo comentaré. 
 
Mientras tanto continuamos con nuestras tertulias de cada martes, y hoy toca "on line". 
 
He propuesto a mis amigos tertulianos que intentemos responder a esta pregunta: ¿Qué leemos y por qué? Ahora, mientras me tomo el primer café de la mañana, y antes de irme a clase, voy a escuchar a Verdi brindando por Cervantes, Shakespeare, el Inca Garcilaso, Veyrat y todos mis amigos a los que os gusta leer.
 
Escuchemos al poeta:
 

lunes, 22 de abril de 2024

"Cómo seducir viajando en tren".

Este viernes me iré a Lleida a presentar "Un hombre que se parecía a Al Pacino". Hace dos o tres años la catedrática de literatura de la Universitat de Lleida Ángels Santa Bañeres me preguntó si quería escribir un libro hablando de cine y de literatura, de amor y filosofía. Me dijo que su Universidad lo publicaría junto a Pagés editors. Ella había comenzado a leer mis novelas y ya no se detuvo hasta leerlas todas.
 
Y por eso mismo el viernes me subiré al AVE en Atocha, para dar un par de besos a Ángels. 
 
Me gustan los trenes, desde que de pequeño viajaba para veranear en Murcia, en la Manga del Mar Menor, y en Valencia. Y también me gusta este AVE de ahora que va tan deprisa. En los trenes he vivido románticas historias, sobre todo en los coches cama, y divertidas, como cuando mi hijo de pequeño se subió encima de las piernas de Jesús de Polanco, que viajaba al lado rumbo a Sevilla; podía haber aprovechado para decirle que me publicara un artículo en EL PAÍS, que acababa de escribir, pero no lo hice. Y recuerdo el tren de una película, "Casino Royale", cuando 007 se enamora de Vesper, la que se convertirá en la mujer de su vida. Hace un tiempo estudié una asignatura de literatura y la joven, inteligente y hermosa profesora, que desde el primer día se fijó en mí o, mejor dicho, en el libro de Nietzsche que llevaba en la mano, nos habló de una escena de la película, de un ejemplo canónico de seducción entre un hombre y una mujer:
 
Además aquella profesora nos cantó un día, en clase, un aria de Hándel, ya que también era soprano:
 
¿Es bonita o no la vida de un escritor, al que le gustan Nietzsche y la ópera?
 

 

sábado, 20 de abril de 2024

"Hoy voy a meterme un poco conmigo".

Siempre digo que estoy cansado de que digan que soy el tipo más guapo que anda por las redes y por este país, e incluso que soy el mejor escritor. Así que hoy, mientras me tomo el primer café de esta mañana tan bonita y agradable de primavera, voy a meterme un poco conmigo o, mejor, voy a poner algunos ejemplos de los que se meten conmigo.
 
El otro día, cuando defendí a aquel maestro de la República al que asesinaron al empezar la guerra española, alguien escribió en este muro que yo era un egocéntrico y un narcisista, incluso más que Pedro Sánchez. Esta red social censuró el comentario y tan solo lo puedo ver yo.
 
Ayer me encontré un post escrito el día anterior por un lector que se llama Javier Divisa con una lista de 10 libros que no le gustaban, y entre ellos está el último que he escrito.
 
Por otra parte, la verdad es que llamarme feo no me lo han llamado nunca. Recuerdo que una vez estuve en un programa de Radio Nacional y antes de empezar alguien me alertó de que el director del programa llamaba feos a todos sus invitados. Lo curioso es que cuando me estaba entrevistando me llamó feo, pero luego me miró fijamente y dijo "bueno, un poquito feo".
 
Para compensar, esta semana mis alumnos me han dicho que soy un profesor 10, que siempre estoy alegre y que soy un "disfrutón" de la vida.
 
En fin, no somos nadie. Ya nos lo contó Sorrentino en la película "La gran belleza":
 
Y luego ponemos su música, claro, con "Las beatitudes" de Vladimir Martynov:
 

viernes, 19 de abril de 2024

"Historias de mujeres".

Una de las cosas interesantes que tiene mi ciudad es que vayas por donde vayas te encuentras un pedazo de la historia de España. Ayer por la tarde me fui a dar una vuelta entre clase y clase y me senté a escuchar a las palomas en la plaza de Guardias de Corps, junto al cuartel del Conde Duque. Y allí, a mí lado, estaba Clara Campoamor (1888-1972), una de las primeras abogadas españolas, diputada en las Cortes de la II República en el primer bienio y activa feminista que dedicó parte de su vida a la defensa de la libertad, la igualdad y a la reivindicación de los derechos de las mujeres. Y en el rato en el que estuve allí sentado vinieron a mi cabeza algunos nombres como María Zambrano, María Goyri, María de Maeztu, Rosa Chacel, María Lejárraga, María Teresa León, Isabel de Oyarzábal, María Blanchard, Josefina Carabias, Maruja Mallo, Ángeles Santos, Remedios Varo. Y pensé en mi madre, y en una nana que me decía que me cantaba cuando yo era pequeño y en las nanas que deben cantar las madres a sus hijos en cualquier lugar del mundo:
 

jueves, 18 de abril de 2024

"Asomándome al último libro de Javier de Prado".

"La luna se ha empeñado /en negarme su seno", me asegura la voz poética de "A la sombra del mar" (2023, Sapere Aude) y atrapa mi atención, para continuar llevándome en brazos de Góngora a una mañana de otoño en un despacho del edificio B de la Complutense, cuando la profesora Isabel Colón me pidió que analizara la "Fábula de Polifemo y Galatea", "ese gran seno blanco de Polifemo hembra /que amamanta los sueños /de los poetas niños, cuando duermen, /Infundiendo en sus mentes /la enfermedad extraña del anhelo (...) Y, ¿por qué digo esto? Porque necesito una literatura que me "rete", que me obligue a leer antes para aprender después, por ejemplo, a Ovidio y sus "Metamorfosis", un "poema" de 15 libros en el que se narran 250 historias que son la literatura entera. Resulta interesante comparar la versión de Ovidio con la de Góngora para comprender, a través de las diferencias, el sentido que Góngora quiso conferir a la suya. La acción transcurre en Sicilia. Allí vive el cíclope Polifemo, un gigante mostruoso y cruel con un solo ojo que se enamora de la ninfa Galatea, la cual a su vez está enamorada de un joven pastor llamado Acis. La historia nos la cuenta Galatea, que explica cómo el gigante se subió a lo alto de una roca con una flauta hecha con cien cañas y empezó a cantar ofreciéndose como esposo entre halagos, promesas y regalos. Al no ser correspondido corrió a buscar a los dos amantes y arrojó una gran roca sobre Acis. La ninfa pidió ayuda a los dioses y estos transformaron en agua la sangre que manaba de la roca. Acis quedó así convertido en un río. 
 
Y Góngora me dice:
 
"Ninfa, de Doris hija, la más bella,
Adora, que vio el reino de la espuma.
Galatea es su nombre, y dulce en ella
El terno Venus de sus Gracias suma.
Son una y otra luminosa estrella
Lucientes ojos de su blanca pluma:
Si roca de cristal no es de Neptuno,
Pavón de Venus es, cisne de Juno (...)"
 
Y Javier del Prado me dice:
 
"Aparece una sobre el Arca,
un gajo de afilado borde,
y dura unos minutos
su consistencia de leche cuajada;
antes de sumergirse,
moderna Casta Diva,
en el pozo escondido de la ría de Noia (...)
 
Y Bellini me dice:
 

miércoles, 17 de abril de 2024

"Una historia de amor con la literatura y con la vida".


 
El pequeño video de ayer por la tarde en Casa Manolo, en mi barrio de Argüelles, lleva una sorpresa, pero no quiero desvelarla antes de tiempo. Peter Redwhite nos habló de la biografía novelada que está escribiendo sobre Mark Knopfler, el líder de "Dire Straits" y eso dio lugar a una apasionada tertulia sobre cómo "vivir la vida" siendo un escritor, como hace Peter, aunque sea ingeniero y trabaje en una empresa tecnológica. Peter me cae muy bien por varios motivos y uno de ellos es porque vive la vida como siempre la he intentado vivir yo.
¿Qué otra cosa es la vida sino una historia de amor?
 
Siempre he visto la vida como una película o una novela, como una historia de amor de principio a fin, una especie de historia infinita de "Romeo y Julieta", como la que cantaba Mark Knopfler uniendo a Shakespeare con "West Side Story" y una historia de amor del rock moderno:
 
¿A qué mujer no le gustaría ser Julieta alguna vez y qué hombre no querría ser Romeo?
 

 

 
 

martes, 16 de abril de 2024

"Sultans of swing. A propósito de escribir biografías".

En la tertulia literaria de esta tarde, en Casa Manolo, calle Princesa 83, como siempre a las 18.30 h., debatiremos sobre las dificultades de escribir biografías. El escritor y tertuliano Peter Redwhite nos va a hablar sobre sus impresiones al respecto, para lo cual ha escrito lo siguiente:
 
"Unos meses atrás recibí una propuesta de mi editor, Javier Ortega, escribir con total libertad sobre la vida y obra de Mark Knopfler, de "Dire Straits", uno de los músicos más influyentes de la historia del rock. Por aquel entonces yo andaba en busca de desafíos literarios, por lo que acepté la tarea. Pensé que las únicas dificultades iban a ser cubrir ciertos huecos biográficos y la imposibilidad de acceder a Mark Knopfler, pero pronto me encontré con otras trabas mucho mayores a mi juicio. ¿Qué voz debía contar esta historia? ¿Hasta qué punto esta conocería el mundo narrado? ¿Cómo se estructura una vida? ¿Es posible hacer un retrato acabado de alguien en unos centenares de folios? Al final di con una voz autorizada para narrar, la de un fan ficticio que conoce a una chica inglesa en un concierto de Dire Straits en Usera en 1985, y con una estructura que alterna capítulos de una biografía más académica con otros en los que se cuenta la historia de amor de los dos fans de Dire Straits y nuevos episodios en los que el tiempo narrativo se detiene y se narran de forma dialogada varios hechos significativos de la vida de Knopfler. A pesar de llevar más de 120 folios y traducir con anterioridad la autobiografía de Elliott Murphy, cada vez que me siento a escribir sobre Knopfler tengo que esforzarme como nunca para meterme en la mente de mi narrador, y siento que el título de la obra de nuestro Javier del Prado "Fragmentos de una autobiografía imposible" no puede ser más acertado".
 
Hasta aquí las palabras de Peter, que se encuentra en el centro de la primera fotografía de hace un tiempo en el lugar de las tertulias de entonces, entre mi recordado Antonio Zaballos y yo, sobre Mark Knopfler y Dire Straits (en las otras fotografías), así que me tomo el primer café de esta hermosa mañana de primavera, antes de irme a clase, escuchando una emblemática canción de los 70 que habla de una banda de jazz que toca en un poco concurrido bar del sur de Londres, y cuyos músicos se despiden diciendo "we are the sultans of swing":
 
(Va por Antonio, allá donde se encuentre, con el que compartí más de media vida y cuya "biografía" escribí "viviéndola", paseando con él por Béjar, la sierra de Francia, las Hurdes, las Batuecas y Madrid, siempre por nuestro Madrid de las letras, mientras él dibujaba las portadas de mis novelas, salvo la última, pues ya había fallecido. En definitiva, paseando la vida y la literatura).